Si hay un santo en el santoral con el que un freaky pueda estar más de acuerdo es con San Jordi, o San Jorge. La historia nos dice que San Jorge fue un soldado romano, nacido en el siglo III en Capadocia (Turquía) y que falleció a principios del IV, probablemente en la ciudad de Lydda, la actual Lod de Israel. Sus padres, según la tradición, eran labradores y tenían mucho dinero. En otras versiones su padre era militar y que por ese motivo su hijo quiso seguir sus pasos.
Lo realmente importante y lo que hace a San Jorge más atractivo a ojos del rolero, lector de novelas fantásticas, etc, etc... es la leyenda del dragón.
Resumiendo: Jorge, Jorge a secas que aún no había muerto ni sido canonizado, es un soldado o caballero que lucha contra un ser monstruoso (el dragón) que vivía en un lago y que tenía atemorizada a toda una población situada en Libia. Dicho animal exigía dos corderos diarios para alimentarse a fin de no aproximarse a la ciudad, ya que desprendía un hedor muy fuerte y contaminaba todo lo que estaba vivo. Al final ocurrió que los ganaderos se quedaron casi sin ovejas y decidieron que se le entregara cada día una persona viva, que sería escogida bajo un sorteo. Un buen día, le toco la "suerte" a la hija del rey, viva la democracia, pero, cuando el monstruo iba a comérsela, San Jorge la salvó. La leyenda de San Jorge fue escrita en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine en su célebre obra "La Leyenda dorada". Si quereís leerla completa pulsad aqui.
En Cataluña, tomaron la leyenda como propia y la ubicaron en Montblanc (Tarragona). Despues le nombraron patrón de Cataluña, y muchos años más tarde, el azar o el destino decidió que era una buena fecha para que dos grandes escritores murieran, el manco Cervantes y el dubitativo Shakespeare. Motivo por el cual desde 1930 se celebra en España el día del libro.
En Cataluña, San Jordi no es sólo el patrón, sino que tambien aprovechan su festividad celebrar el día de los enamorados, para mayor gloria de los centros comerciales y para escarnio de las carteras de los enamorados, estilándose el intercambio de presentes. Una rosa para ellas, y un libro para ellos.
Una vez pasada la introducción, rogaría que cada uno pulsase donde le corresponda. Es decir....
Aqui pulsan ellas.
Y aqui pulsan ellos.
Feliz día de San Jordi.
Una canción: Lapiz y tinta (El último de la fila)
Una serie: Doctor en Alaska.
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