El otro día estuve repasando mi libreta de direcciones y mi agenda del movil y fui recopilando fantasmas, gente que hace poco formaban parte de mi vida y que poco a poco se han ido separando cada vez más, hasta que su camino ha dejado de coincidir con el mío.
Lo cierto es que en algunos casos si que me gustaría que coincidiesen de nuevo, aunque fuese de forma casual, y volver a compartir algunos momentos con esos fantasmas. Una de las comodidades de Internet es que con un par de clicks puedes acortar las distancias y volver a saber cosas de ellos.
Hoy, y ayer, y seguro que mañana, mientras algunos de ellos contestan y se dejan ver, es fácil descubrir que a pesar de la distancia, del tiempo y de lo que ha podido ocurrir desde la última vez, sabes que siempre te quedará París, y que cada fantasma tiene su propio París.
Una canción: Ecos (Luz)
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