Comenzamos la tercera edición del Desafío de los 30 días. Y como en los anteriores yo añado mi propia regla, la de escribir los posts el mismo día. Por eso habrá días como hoy, que la publicación sea tardía y otros donde la publicación será más pronta. Dicho esto, aquí va la respuesta a la primera pregunta del desafío que es....
Ay el barbarolerismo. La vida mostrada por unos dados como el dado de 8 verde, el primero que llegó a mi colección. Mi primer juego de rol como ya comenté en desafíos anteriores fue "El señor de los Anillos básico" el que era rosita y se jugaba con dos dados de seis. Una ambientación arquetípica y que yo no conocía, porque sacrilegio, no leí El Señor de los Anillos hasta que cumplí los dieciocho. Tras una rápida lectura del manual, buscar en el diccionario el significado de la palabra subterfugio, una de las habilidades que los hobbits protagonistas poseían, me tocó cumplir con la pesadilla de todo master. El jugador se salía del guíón y había que improvisar. Una circunstancia que abrió todo un mundo de diversión porque empezaron a caer tardes y tardes de partidas.
Más adelante aparecería una copia fotocopiada de la caja roja con su aventura introductoria y (SPOILER por si acaso) aquel Monstruo Gelatinoso que aparecía a la vuelta de la esquina. Los retos crecían y descubría un juego que ha llenado mi tiempo y mis estanterias durante muchos muchos años.
Varios años después la gran campaña que jugue en el Desafío de los Heroes, unas partidas que se jugabán en el Conclave, un ludobar que había en Madrid y donde disfrute de las primeras bajadas a los planos del averno, las peleas con demonios y una épica y cruenta batalla por la vida y que el bien mantuviera la hegemonía.
Antes de terminar debo añadir dos momentos importantes fuera de partida. La lista de correo de Dnd-es me permitió no abandonar la afición, en una coyuntura en la que sin jugadores cercanos y sin clubes cerca lo más habitual hubiera sido colgar los dados y plegar la pantalla. Fue época de comprar material y leer, de esperar el momento adecuado para recuperar una afición que llegaría tras las CLN de Granada y sobre todo con la creación de los KOWT, los Caballeros de la Mesa con Ruedas y nuestras aventuras de Hackmaster.
Precisamente de nuestras partidas de Hackmaster surgió la idea de la última partida dirigiendo, la campaña de las hechizarañas que comenzamos en el club Da2 y que retomaremos en algún momento espero que no muy lejano.
Y por supuesto hay algo impactante y que no se olvida como el primer amor de las canciones. El primer dragón. Pero eso es carne (nunca mejor dicho) de una buena ración de cerveza enana, unas patatas picantes y una larga retahíla de homenajes a los compañeros caídos.
Una canción: I see fire (Ed Sheeran)
Consulta la lista de preguntas aquí y el grueso de participantes aquí
"Este desafío va a tener una tendencia mas marcada hacia el nivel creativo, y menos a tener un desarrollo puramente barbarolerístico (palabro que me acabo de inventar). Sin embargo, no nos podemos olvidar de nuestros orígenes, así que teniendo en cuenta únicamente tu experiencia en partidas medievales fantásticas… ¿qué partida, situación, momentazo, te hizo quedarte en plan “¡ostias!”, te descubrió el mundo, dijiste “¡Oh!”, flipaste con el giro argumental…"
Ay el barbarolerismo. La vida mostrada por unos dados como el dado de 8 verde, el primero que llegó a mi colección. Mi primer juego de rol como ya comenté en desafíos anteriores fue "El señor de los Anillos básico" el que era rosita y se jugaba con dos dados de seis. Una ambientación arquetípica y que yo no conocía, porque sacrilegio, no leí El Señor de los Anillos hasta que cumplí los dieciocho. Tras una rápida lectura del manual, buscar en el diccionario el significado de la palabra subterfugio, una de las habilidades que los hobbits protagonistas poseían, me tocó cumplir con la pesadilla de todo master. El jugador se salía del guíón y había que improvisar. Una circunstancia que abrió todo un mundo de diversión porque empezaron a caer tardes y tardes de partidas.
Más adelante aparecería una copia fotocopiada de la caja roja con su aventura introductoria y (SPOILER por si acaso) aquel Monstruo Gelatinoso que aparecía a la vuelta de la esquina. Los retos crecían y descubría un juego que ha llenado mi tiempo y mis estanterias durante muchos muchos años.
Varios años después la gran campaña que jugue en el Desafío de los Heroes, unas partidas que se jugabán en el Conclave, un ludobar que había en Madrid y donde disfrute de las primeras bajadas a los planos del averno, las peleas con demonios y una épica y cruenta batalla por la vida y que el bien mantuviera la hegemonía.
Antes de terminar debo añadir dos momentos importantes fuera de partida. La lista de correo de Dnd-es me permitió no abandonar la afición, en una coyuntura en la que sin jugadores cercanos y sin clubes cerca lo más habitual hubiera sido colgar los dados y plegar la pantalla. Fue época de comprar material y leer, de esperar el momento adecuado para recuperar una afición que llegaría tras las CLN de Granada y sobre todo con la creación de los KOWT, los Caballeros de la Mesa con Ruedas y nuestras aventuras de Hackmaster.
Precisamente de nuestras partidas de Hackmaster surgió la idea de la última partida dirigiendo, la campaña de las hechizarañas que comenzamos en el club Da2 y que retomaremos en algún momento espero que no muy lejano.
Y por supuesto hay algo impactante y que no se olvida como el primer amor de las canciones. El primer dragón. Pero eso es carne (nunca mejor dicho) de una buena ración de cerveza enana, unas patatas picantes y una larga retahíla de homenajes a los compañeros caídos.
Una canción: I see fire (Ed Sheeran)
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