Aqui estamos sentados los dos. El me dice me tienes abandonado, y yo con la cabeza gacha le contesto que tiene razón, pero que últimamente no me apetece estar con él, cosas de pareja supongo. Se lo explicó, estoy cansado, hastiado sin ganas de contar lo que ocurre alrededor. Podría mentirle supongo y decirle que todo va bien, que simplemente es que no coincidimos como antes, que sus musas no corren livianas frente a mí, y que tal y pascual.
El caso es que el me entiende y comprende. Sabe que la vida gira alrededor mío sin que yo tenga el control de lo que ocurre, que uno intenta salir de la dinámica, que prefiere ver el tornado desde fuera y no estar en el ojo del huracán. Y me ayuda, y me mira, y me enseña su cuadradito en blanco y me dice aqui estoy, hay algunos que vienen y preguntan por tí, y seguro que esperan que escribas, pero no tengo nada que contar.