Hace unos años tuve la oportunidad de conocer a una persona que decía que él no tenía amigos porque no se podía confiar en alguien que no fuese uno mismo. Con el tiempo y la compañia de varios fue cambiando poco a poco de opinión, y ahora dice que sabe que tiene al menos tres amigos.
Con el tiempo vas dejando personas atrás, unas veces aposta y otras porque ell@s asi lo quisieron. Quizás sea por eso, que cuando al cabo del tiempo, el río de la vida te devuelve a las orillas de tres de esas amigas desperdigadas por el camino uno vuelva a pensar que si es posible creer de nuevo en la amistad.
Una canción: El club de los humildes (Mecano)
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