El otro día con la tontería de que no cargaba el post y lo reescribía se me olvido comentar lo bien que me lo pase en la cena de mi equipo, la cancelación de otras dos, y por seguir con la Navidad y la llegada del invierno hablaremos del producto estrella de la Navidad, al menos hasta Nochebuena.
Pero antes hablemos de la cena del sábado. Fuimos a un asador. La cena fue de cara carisima, pero hay que joderse lo bueno que estaba el cacho carne ese. Bueno el cacho carne, y los entrantes, y el postre, y hasta el vino estaba bueno. El que no estaba muy pallá era el camarero. No ya en el aspecto físico que todos saben que yo de hombres no entiendo y me parecen todos iguales, pero lo de este era algo más intelectual. A quien se le ocurre preguntar (en serio nada de ironias) si alguien quiere pescado en un asador...
Despues del asador, nos fuimos a un sitio recomendado por algunos miembros del equipo. No diré el nombre por no hacer publicidad pero diré que tiene nombre de un antiguo tenor español, y hasta aqui puedo leer.
El caso es que allí entramos y de repente me convertí en un bebe. La edad media del local era por lo menos por lo menos muy superior a la mía. Por un momento temí que en vez de mi copa me pusieran un Cola cao con pastitas al grito de: Pero chaval si casimiro ya ha salido. Por suerte o no quedaban colacaos o el camarero no tenía el mismo sentido del humor estupido que yo y me tuve que conformar con mi copa, y despues con otra, y otra, y a casa a dormir.
Y llega el momento de hablar de... La Loteria.
Que gran invento la loteria. Unos juegan por que quieren que les toque, y otros por si acaso les toca a la gente que le ofrece no quedarse sin el premio. Y claro uno empieza a acumular decimos, participaciones, números para la cesta, y tonterias varias que cuando se quiere dar cuenta uno resulta que ha malgastado medio sueldo en loteria.
Pasado el enfado uno empieza a pensar en que se va a gastar lo que le toque. La primera impresión es siempre Tapar agujeros. Que a saber que tipo de agujeros tiene uno para pulirse el premio de la loto en taparlos. Antes era comprarse un piso, pero eso ya hay que dejarlo para el premio de dos decimos.
Y despues de pensar en que gastarlo siempre se piensa, total, si no va a tocar. Al menos que nos quede la salud.
Y con esos deseos... hasta otra. Que os toque la loteria porque lo que es a mí, este año es imposible. No llevo.
P.D. Para constatar que esto último es cierto, hoy me he pateado 23 administraciones de loteria en busca de 7 decimos para repartir entre los colegas. En todas la misma respuesta... De eso no quedan. De hecho hasta he salido en la tele, en Madrid Directo. Circunstancia que han aprovechado mis fans para llamarme y colapsar mi movil.
Una canción: Lucky (Britney Spears)
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