Regresa el fantástico serial premiado con 35 premios Emmy, 14 globos de oro (aunque para globo globo el del final de este capítulo...) y una nominación especial para todos los Oscar de la Academia.
La boda en cuestión era la de uno de los perros de la noche, asi que la diversión estaba garantizada. La iglesia en la plaza Mayor, Colegiata San Isidro y luego a una finca perdida cerca de Villaviciosa para el convite. Invitados ilustres: Todos los perros y unas invitadas de última hora: Mis muletas.
Punto interesante y divertido. A todos les dolían los pies menos a mí que iba en zapatillas de deporte. Comodas, flexibles, negras y elegantes dieron el pego.
El caso es uqe llegamos a la iglesia a las cinco y cuarto para inspeccionar el terreno y tomarnos las primeras cañas. Las primeras cañas se transformaron en cico o seis antes de la entrada a la iglesia.
La boda transcurrió lenta y tranquila con algunos recaditos para el novio por parte del cura que el novio se sacudió protegiendo fuerte el balón y recordándole que es su banquero.
Terminada la boda, carreras hacia el bar (los que podían) a coger sitio y tomar otras dos o tres cañas. Desde ahí corriendo al convite no fuesemos a repetir lo ocurrido en la primera boda perruna. (Para los olvidadizos: Los perros nos fuimos de cañas y llegamos al convite al segundo plato)
La comida cumplió con todas las expectativas de las dos erres: Rica y repetible. Aunque he de decir que es muy dificil coger canapes y aperitivos con las manos en las muletas. Menos mal que enseguida aparecieron gente simpática y agradable.
Tras los canapes: Márisco (eficientemente sustituido por una buena fuente de jamón), un bacalao al pil pil y un centro de solomillo con salsa exquisita y una tartaleta de no se que que si no llega a ser por el bacalao hubiese sido repetible.
Y con el final de la cena viene lo mejor: cafe, copa, puro, copa, copa, copa, copa, copa, copa, copa.... Además en mi estado como no podía ir a por las copas a la barra libre, la gente se encargaba de que al pobre cojito no le faltase de nadaaaaaaaaa.
Hete aquí uqe la gente suele tener problemas en las bodas a la hora de pedir. Lo que en un principio pediste como un Bacardí con Limón, se acaba convirtiendo en un whisky con cola, un vodka con naranja o en el mejor de los casos, cacique o pampero con limón.
Yo que soy agradecido y buena gente, me tomaba una tras otra las copas que me iban trayendo. Es más, en un momento dado me apunte a un baile, un Paquito el Chocolatero que con las muletas queda de lo más ridículo.
Del garito del convite, a un garito de copas a terminar la noche. Ahí con el cansancio y dados los efectos analgésicos del alcohol las muletas fueron un pelín aparcadas para seguir tomando copas y copas y copas, que como en el primer sitio eran de todos los tipos tamaños y colores excepto lo que yo pedía. Menos mal que no soy racista :P
Y con la vuelta a casa en Metro, y el paseo de un kilometro a casa con compra de porras incluida concluye el primer capítulo de Bucci va de bodas, temporada 2007. El próximo capítulo el día 5 de Mayo con un nuevo componente. Boda de compañero de curro.
Hoy vamos a aprender.... El triunfo de Baco (Que apropiado)
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