Acabo de llegar del dentista. Dejando de lado el dinero que me va a llevar, lo peor es la sensación de ridiculez que tienes allí tumbado en la camilla, con un pañuelito de papel en la barbilla, mientras la doctora empieza a preguntarte cosas mientras rebusca en tus caries con unos punzones que hubieran sido el gozo de Jack El Destripador, y revisa tus dientes con un espejo de reducidas dimensiones.
Aix... y mañana me hace una endodoncia...
¿Dolerá?
Una canción: Sin ti no soy nada (Amaral)
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