Tengo legañas, unas preciosas ojeras y mucho sueño. Ayer estuve en la Sala Galileo viendo un concierto de Riki López. Impresionante como casi siempre su manera de hacer reir, su presencia en el escenario y su capacidad para amoldarse al público. Cuando salí del concierto, empece a divagar sobre algo que llevaba tiempo rondándo mi cabecita loca.
Luego cuando llegue a casa a eso de las dos de la mañana y preparaba algo de cena, en uno de mis programas favoritos, Oceano Pacífico en Cadena Dial, hablaban sobre lo mismo.
Esa capacidad que tiene la música para generar, algo especial con una simple melodía y una letra, en los que la esccuchan. Sentimientos encontrados, ganas de reir, de llorar, abrir los ojos, posibilitar cambios o incluso ejercer de celestina en algún momento. Todo eso es capaz de hacer la música....
Una canción: Vivo por ella (Andrea Bocelli)
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