Se acerca el viernes. El fin de semana. Tiempo de descanso. Eso del descanso debe ser algo así como la falacia de la Navidad. Bondad, hipocresía y kilos de amor. Amor falso amor, que decía La Unión. Y es que lo del descanso del fin de semana debe ser como las meigas. Haberlas, hailas.
Antes, cuando era joven (más que ahora, por supuesto...) y salía, mi pequeño Arcangel sobre mi hombro derecho y me decía:
- Tanto salir, tanto salir... paqué? Pá ná.
Tanto insistió que me dije, dejare de salir. Y siempre ocurrían cosas, que tuve que volver a salir, y dejaron de ocurrir cosas (Post-it mental: Sere gafe? Seré un espantapajaros? Misterios de la Humanidad).
Ahora que me puedo permitir salir no salgo. O no tengo plan, o no tengo ilusión por salir, y es que Diversión no tiene que acabar con cansancio.
Una canción: La canción de las noches perdidas (Joaquin Sabina. Cantada por Pasión Vega en Entre todas las mujeres)
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