Uno de esos trampantojos que se pueden utilizar en cocina y que le dan mucha presencia a los platos son los aceites de sabores.
Normalmente en casa hacemos aceite con hierbas aromáticas, y seguramente el aceite picante también tendría su público en caso de prepararlo.
En casa no solemos tener hierbas frescas, por lo que siempre utilizo hierbas desecadas o de botes de especias, pero como podréis imaginar el resultado no tiene nada que ver.
Lo primero de todo limpiamos, preparamos y troceamos las hierbas. En mi caso directamente cogerlo del bote de especias y a la aceitera que vayamos a utilizar.
Echamos un poco de sal y rellenamos la aceitera hasta cubrir tres o cuatro centímetros por encima de donde hayan llegado el manojillo de hierbas. Cerramos la aceitera y la ponemos a macerar. Cuanto más tiempo más mezcla de olores y sabor.
Y eso es todo. Perfecto para acompañar ensaladas, pizzas, pescados cocidos....
Normalmente en casa hacemos aceite con hierbas aromáticas, y seguramente el aceite picante también tendría su público en caso de prepararlo.
En casa no solemos tener hierbas frescas, por lo que siempre utilizo hierbas desecadas o de botes de especias, pero como podréis imaginar el resultado no tiene nada que ver.
Lo primero de todo limpiamos, preparamos y troceamos las hierbas. En mi caso directamente cogerlo del bote de especias y a la aceitera que vayamos a utilizar.
Echamos un poco de sal y rellenamos la aceitera hasta cubrir tres o cuatro centímetros por encima de donde hayan llegado el manojillo de hierbas. Cerramos la aceitera y la ponemos a macerar. Cuanto más tiempo más mezcla de olores y sabor.
Y eso es todo. Perfecto para acompañar ensaladas, pizzas, pescados cocidos....
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