No soy una persona temerosa. Prudente, más bien. Reconozco que no soporto los insectos, las arañas, las cucarachas y demás bichos que se maten con spray, incluyo violador y acosador sexual en la lista. Tampoco me gustan las alturas, en especial los pasos para peatones a más de dos palmos del suelo.
Pero reconozco que ahora estoy un poco asustado. El Corte Ingles tiene su semana fantástica y yo tengo dos días al año que no me molan nada. Por orden. El 5 y el 6 de Marzo. Desde hace unos años, en estos dos días, ocurren cosas. Normalmente desagradables. Desde hace diez años, aproximadamente, en estas fechas siempre ha habido alguién de mi casa en el hospital, salvo los dos últimos años.
Tampoco los dos últimos años han sido suaves. Hace dos, el 6 de Marzo me despidieron de mi anterior trabajo. (Al menos se que este año no van por ahí los tiros), y el año pasado, el 5 de Marzo, a mi padre le dio un Ictus, traducido al cristiano, un infarto cerebral, y al día siguiente a mi me encontraron la diabetes, despues de tener que hacerme análisis porque en el ambulatorio perdieron mi historia.
Hoy es cuatro. He ido al Dia, al Carrefour y he hecho acopio de alimentos, mantas, pilas y demás material de subsistencia. Por Internet he encontrado un par de masacaras de gas, sólo espero que al mensajero le de tiempo a traerlas. He seleccionado peliculas suficientes para los dos días, y en cuanto lleguen las doce, me recostaré, meteré mi cabeza en el suelo (si encuentro un agujero lo suficientemente grande, porque menudo cabezón) y dejaré pasar las horas hasta el día siete. Ese será un nuevo día.
P.S. Para los madridistas, el día seis es su cumpleaños. Este año, 102. No sé si es un motivo más para que no me guste el blanco.
Una canción: Días de vino y rosas (Revolver)
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