Mañana toca regalos. Sí si, como en un cumpleaños, los Reyes majos, papa noe y mama tampoco... Mañana, si tienes a alguien que te quiera tendrás un regalito. Porqué como L´oreal yo lo valgo. Y aunque no sea más que por que me quiero mucho, algun caprichito me daré, me lo envolveré, le pondré un lacito y un espero que te guste, y despues pondré cara de sorpresa.
Tambien es cierto que este año no tengo ni ganas ni ideas de cosas para regalarme. Supongo que es un reflejo de las incertidumbres que rondan por mi cabecita, esas que no paran de decirme que nadie se preocupa por nada que no sea él mismo, y que por más que uno intente abatir muros con su cabeza, el muro siempre resiste.
Y no sera porque la cabeza no sea dura, que lo es y mucho, ni porque la cabeza lo intente en varios sitios, ni porque se comprometa con tantas cosas que a veces no da tiempo a estar en todos...
Lo más seguro es que tras el muro, haya contrafuertes, muros de contención, vigas sujetandolo... y posiblemente ese muro sea tan fuerte porque yo lo construi así, mientras que los demás lo han construido usando sus propios materiales, unos más anchos y otros más finos, aquellos resistentes y estos otros tan fragíles y traspasables como una hoja de papel. Seguro que es por eso por lo que cuando les cambio su muro por el mío, prefieren saltarlo, rodearlo, o simplemente darse la vuelta.
Una canción: Brimful of Asha (Cornershop)
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