Venía pensando en el camino de vuelta desde el derby a mi casa, de lo gilipollas que puedo resultar a veces. Y no es por pasar frío que para eso da igual como sea uno, se pasa y punto. Estaba yo insultándome, no hay mejor consuelo que hacerlo uno mismo, porque resulta que uno para Año Nuevo, en vez de pedir lo que todo el mundo, o sea, salud, millones y una señorita de muy buen ver para retozar con ella, o la paz en el mundo (recurso superutilizado por modelos y misses; uno resulta que es tonto y hasta un poco gilipollas y decide que su petición y buen deseo para este año va a ser: pensar más en si mismo y ser más egoista.
Así que hoy, dicho y hecho. Paso de ir a jugar, dejo a mi equipo con poca gente y me voy a ver el derby, que ya sabían que eso de los derbies son sagrados y si se le puede ganar al Madrid de treinta mejor que de veinte.
Y resulta que para una de las pocas veces que lo pongo en práctica, mi conciencia va y tiene remordimientos.
Así no hay quien pueda ser malo.
Una canción: Malo (Bebe)
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