Hay días que pasan porque tienen que pasar. Días de transición de un momento gris a otro en blanco y negro o de colores. Le he dejado un comentario a Ari en plan gallego, comentando con una pregunta, y me he pasado casi todo el día buscando respuesta.
La pregunta, para los vagos que no hayaís ido a mirarla es ¿Qué tendrán las sonrisas que cambian el color a lo que vivimos?
Y la verdad que no he encontrado una respuesta clara. Supongo que será porque al sentir esa sonrisa, que es por y para nosotros, nos hace sentir lo suficientemente importantes para la persona con la que estamos hablando, y nos da una pizquita de felicidad, en la cantidad justa para olvidar lo tristes que podemos llegar a estar.
Yo no tengo una sonrisa preciosa, como la que puedan tener los actores de Hollywood o la más cara de las top model. Pero no por eso deja de tener su valor. Así que predicando con el ejemplo, os dejo la sonrisa más grande y más pitufa que pude encontrar...
Una canción: Smile (Hanson)
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