miércoles, mayo 26, 2004

Copla va copla viene

Lo reconozco. He sucumbido a los más bajos instintos y me he convertido a una nueva religión. La copla. Y es que no hay nada mejor ni con tantas enseñanzas para la vida como la copla o canción española, tan española como la jota, la sardana, la muñeira o el chotis.

Y es que despues de dos semanas de cantar a voz en grito grandes clásicos como La lirio, Tatuaje, Soy minero, Cocinero cocinero... lo tengo muy claro. Vamos que esto es casi como una religión, con sus parábolas con sus cosas, con sus profetas (Don Antonio y Don Juanito) sus sacerdotisas (Doña Imperio y Doña Concha) y sus renovadores (La Barbería del Sur, Niña Pastorí...)

Ultimamente no hago más que gorgorito arriba, gorgorito abajo cantar mis penas (ay pena penita pena) las de la zarzamora, ¿que tiene la zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones... eh que tiene que tiene...? el miedo de la novia de Francisco Alegre (con ese nombre a quien se le ocurre ponerse delante un toro... coñe que más cornás da el hambre...).

Aunque no todo son cosas malas, que siempre puede uno recordar los grandes oficios de este país, como el minero (y temple mi corazón con pico y barrena) o el cocinero (atiende bien las candelas, y cocina con esmero un arroz con habichuelas, rico rico...); o cantarle al amor, ese amor desgarrado y pasional que tanto abundaba en la canción y que por mucho que nos avisen siempre acabamos picando, más que nos avisen mil veces pero nunca ponemos atención y ya se sabe lo que ocurre. Te quiero más que a mis ojos, te quiero más que a mi vida, más que al aire que respiro y más que a la madre mia. No debía de quererte y sin embargo...

Normal, que si alguien te dice esas cosas uno no pueda responder más que... asi mirando y mirando, asi empezo mi ceguera, a tu vera, siempre a la verita tuya, hasta que de pena muera.

Si es que la copla adelanto como los payasos de la tele uno de los problemas de este país, la inmigración. Ya se sabe, el vinó en un barco de nombre...

Acabo con una amenaza, que la usaré desde ahora. "Me voy a hacer un rosario con tus dientes de marfil" Sin anestesia y por el Insalud... Como para no acojonarse.

Una canción: Soy minero Antonio Molina

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